domingo, 17 de abril de 2016

Abril es mentira.

Tener. De tener. Detener. El tiempo, la vida, los recuerdos, la cabeza, las manos. Esperar. Querer, Comenzar. A tener. Sin temer.

Tuve. He tenido varios novios. No es nada especial. Tuve uno, el primero que llamé amor, el primero que entró en mí. Creí que era especial. Me enamoré hasta la médula. O éso creía. Era un querer paralítico. Pruebas de amor. Tatúate con un imperdible mi nombre en tu brazo. Hazlo. A ver cuanto tiempo eres capaz de llorar por mí en este portal mientras nos miran todos. Llora. Tienes que hacer todo lo que yo te diga para saber si me quieres. ¿ Me quieres? . Sí. Ahora puedes ser mi novia. Entonces me hizo el amor por primera vez, La primera vez de todas mis primeras veces. Yo le llamé amor. Creí que moriría si me dejaba. Morí un poco cuando me dejó. Incluso intenté morir. Lo intenté poco. Sólo quería que él viese que podía seguir superando pruebas de amor. ¿ Quieres meterte en mi cama? Sí. Ahora puedes ser mi amante. Y aquello era mejor que nada. Sobre todo porque el amor que me habían inculcado en casa era para un sólo hombre. Un año de camas, suelos, escaleras, coches, y cualquier lugar donde él pudiese entrar y yo rodearle con mis piernas para que no pudiese salir. Un día salí yo del coche, y no quise volver a entrar. Viví durante un tiempo. Fui muy feliz. Tuve otro novio, no sé que número. El primero al que llamé hogar. Nos rodearon pronto cuatro paredes, las bautizamos casa. Jaula. De oro. Nunca vivas con los padres de nadie. Padres que vejan a madres. Hijos que vejan a novias. Me das asco. Por qué. Porque sí. Y llorar no sirve de nada. Aguantar menos. Escapas el día que puedes escapar. Y vuelves a vivir. A ser feliz. Algún tiempo. Mucho. Tuve un último novio. Dice que no ha sido jamás mi novio. Soy una chica que pasaba por allí. Ya no te quiero. Ya no te hablo, Desaparece de mi vida. No te he querido jamás. Todo este año te he mentido. Te he usado. Te he tirado. Nadie habla de éso en  los cuentos. Nadie habla de éso en la vida. La vida te muestra. La vida la paga contigo. Tú la pagas con la vida. Es vicioso. Como el sexo. El sexo marca y no te olvida. Hace camino. Se olvida de ti. Hasta que lo recuerdas. Y le llamas. Pero no viene. 

Tengo. Miedo. De tener. De no tenerme. De no poder tenerte. De no encontrarte. De no saber que hacer cuando te encuentro. De vivir sin vivir. De saber. De querer cambiar. De estar cambiando. De que no es suficiente. Nunca lo es. Nunca es lo suficientemente deprisa. La vida corre más. El otro corre más. Y escapa. Tiene miedo. Los demás también tienen sus guerras. Sus heridas. Sus vidas. Han tenido novios. Novias. Nadie en especial. Y todo en especial. Llegan a ti. Abren. Se encuentran tu miedo. Y corren con el suyo donde no les puedas alcanzar. Es vicioso. Como el sexo. Es triste. Como el amor. Ya nadie encuentra a nadie. Los miedos se tocan. Crecen. Follan. Paren rencor. Lloro. Que mal lo hago. Que mal lo hacemos. Corazas. Ilusiones rotas. Ateos de amores y sin embargo fieles creyentes de la locura del amor. Vivir es la facilidad más difícil del mundo. ¡Cuanto te quiero, sin haberte llegado a querer! Ven. Nunca vino. Nunca llegué. Fin. 

3 comentarios:

  1. Yo creo que es necesario vivirlo todo. Aunque parezca el fin del mundo, porque nunca será el fin del mundo,será el fin de algo que dará paso a otra historia y a otra y a otra. Y nunca sabremos dónde acabará, ni a quien querremos ni a quien nos aferraremos, ni a quien lloraremos...hoy es el principio del mañana difícil pero también es el final del ayer que nos atormentaba o nos hacía feliz...o...

    cómo me enrollo...

    ResponderEliminar